Masaya Nicaragua
Antes de conocer de la fundación, Karen se encontraba desempleada y con muchas preocupaciones. Necesitaba generar ingresos para ayudar a sostener a su familia. Llego a las oficinas de la fundación después de escuchar de boca de otros participantes sobre un taller de autosuficiencia laborar en el cual se enseñan técnicas para presentarse a una entrevista de trabajo o hacer su Hoja de Vida.
Antes de conocer de la fundación, Karen se encontraba desempleada y con muchas preocupaciones. Necesitaba generar ingresos para ayudar a sostener a su familia. Llego a las oficinas de la fundación después de escuchar de boca de otros participantes sobre un taller de autosuficiencia laborar en el cual se enseñan técnicas para presentarse a una entrevista de trabajo o hacer su Hoja de Vida.
Recibió el taller e hizo uso de los recursos de la oficina para hacer contactos laborales. consiguió concertar algunas entrevistas de trabajo y obtuvo un empleo en una empresa como recepcionista, Hoy se encuentra en una mejor situación gozando de autosuficiencia al proveer para los suyos.
Historia de Wilber Flores
Masaya Nicaragua
Hace un par de meses llego a la oficina de causa de esperanza; Wilber Flores, un joven de 30 años, casado y con un hijo de 3 años de edad.
Había escuchado hablar a un amigo sobre una fundación que se interesa por la autosuficiencia de las familias, recientemente había quedado sin empleo y ahora buscaba orientación y ayuda, sintió esperanza de encontrar alguna respuesta o idea que pudiera servirle al visitar la oficina de causa de esperanza, y lo hizo.
Durante la entrevista con el asistente de la oficina, Wilber todavía no sabia si deseaba empezar un negocio o conseguir trabajo con una empresa existente, Recibió la orientación y fue inscrito para recibir el taller de autosuficiencia laboral. Le gusto mucho y el menciona que aprendió cosas nuevas que abrieron su mente y por tal razón quiso quedar como voluntario de medio tiempo por las tardes en la oficina, mientras que por la mañana salía a visitar empresas y dejar su hoja de vida y se presentaba a entrevistas poniendo en practica lo aprendido en el taller. Los encargados de la oficina CDE Masaya lo refirieron a una empresa textilera, donde consiguió el puesto de supervisor de producción devengando un salario de C$8,000 córdobas ($354 mensuales) durante este periodo de angustia experimentaron un sentimiento de unidad en la familia al afrontar esta situación, a pesar de todo, durante este tiempo difícil no faltaron los alimentos en casa. Para wilber esto fue una bendición de Dios por no haberse quedado esperando a que pasara un milagro, sino buscarlo o provocarlo.
Hoy en día le ofrecieron en la empresa un préstamo para compra de una moto para tener un mejor medio de transporte